Libérate de la ansiedad (parte 3)
¡Ya es hora de poner un Alto!
Alto al cochinero, alto al desorden, alto a dejar las cosas para mañana, alto a los pensamientos negativos, alto al desánimo, alto a tanta preocupación y al desenfoque.
¿Alguna vez has recibido una llamada de alguien que te dice: “Pasaré a tu casa en unos minutos”? seguramente al escuchar esa frase te pusiste nerviosa, te cambió la mirada y hasta te levantaste de la silla, y comenzaste a caminar dando vueltas de un lado para otro ¿no es así? Posiblemente sea porque tienes un desorden en tu casa y no quieres que se den cuenta cómo vives. Sabes que no es lo mismo que te vean arreglada en una fiesta a que lleguen a tu casa y te vean con la pijama a las tres de la tarde, vean que los niños están aún con la cara sucia con restos del desayuno pegados en sus mejillas, los trastes aun sin lavar y otras cuantas tareas sin terminar. ¡Te has de sentir, terrible! ¡Pero qué padre estuvo la serie que viste la noche anterior, la velada con amigas, las horas revisando mensajes, memes y demás! A mi me ha pasado en algunas ocasiones, no se a ti. Y por supuesto que no me hace sentir en paz, sino intranquila.
Hace algunos años aprendí estos consejos sabios que han cambiado mi vida y los quiero compartir contigo, los cuales me ayudaron para mejorar mi desempeño laboral pero también los he aplicado en casa y los resultados me han bajado el estrés y las preocupaciones en gran manera.
Esto ayudará un poco a no dejar tareas empezadas, a ver realmente qué es importante y qué no, a aprovechar mejor el tiempo, a darle importancia a lo que realmente la tiene, a ser más ordenadas y a tener tiempo para ocuparnos de nosotras mismas y de nuestros seres amados que tenemos tan cerca, nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, etc.
En una ocasión me tocó visitar a una familia, la casa se veía más o menos ordenada, pero el closet estaba a reventar de cosas almacenadas, todo lo habían colocado ahí; ropa limpia y sucia, zapatos, bolsos, útiles escolares, etc. La idea era que nadie se diera cuenta del desorden en el que vivían, en ese momento recordé un comentario que alguien me había hecho tiempo atrás: “Así como tienes tu clóset ordenado, así tienes tu vida”. Esto tocó mi corazón y me puso en acción.
A veces ordenamos solo lo que se ve por fuera pero nuestro corazón está repleto de cosas desordenadas, como en el clóset, hemos metido todo ahí, huele mal. Esto nos entristece, nos angustia y nos deprime, pero hemos vivido tanto tiempo así, que ya nos acostumbramos. ¿Por qué no comenzamos limpiando nuestra casa? Será un buen comienzo para posteriormente limpiar nuestro corazón y poner orden en nuestra vida. Terminar tareas empezadas nos hará sentir mejor, más tranquilas y menos ansiosas.
Anota estos 5 consejos:
- Haz una lista de las 5 cosas más importantes que tienes que hacer en el día.
- Prioriza en orden de importancia, anotando en primer lugar aquello que no puede pasar ese día sin que la lleves a cabo. No descanses hasta que lo hayas completado.
- Luego la actividad dos se convertirá en la uno.
- Recorre la lista hasta completar las 5 actividades, si el día te alcanza.
- Al día siguiente haz de nuevo la lista, posiblemente lo que no concluiste el día anterior sea tu prioridad uno hoy. Trata de que siempre sean 5 actividades por día.
¿Crees que tu clóset necesita una limpieza? ¡Comienza ahora! Si tienes ropa que hace más de un año que no usas, ¿quién te asegura que lo usarás el año que entra cuando ya esté pasada de moda? ¡Comparte con los necesitados!
¿El cuarto de tus pequeños parece bodega? ¡Saca lo que no necesites!
¿Y qué de tu cocina? ¿Alimentos que no consumes desde hace meses?, ¡No lo harás ahora! Arma una despensa y ve preparando tu regalo para esta temporada para una familia necesitada…¡ah, y agrégale algo más!
¿Y en tu trabajo? ¡Limpia tu escritorio, deshazte de lo que no necesitas!
¿Y en tu vida? ¡Limpia tu corazón! Ponle un ALTO a esos pensamientos negativos y comienza a disfrutar de la vida. Tu mañana es hoy, así que tienes el día de hoy para vivir como “Una Mujer con Propósito”.
Recuerda que no estás sola en el proceso, tu diseñador te acompaña y te dará la paz que necesitas en este proceso de cambio.
La paz les dejo, mi paz les doy; no se las doy yo como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.
(Jesús de Nazaret)
